Turcos de Bulgaria
Viajes
“Una desconocida minoría étnica con una rica historia y cultura.”
Bulgaria perderá una cuarta parte de su población para 2050,
así advierte un informe de la ONU. El número de aldeas y pueblos abandonados crece
de forma preocupante, sobre todo al norte y al sur del país. Aunque tampoco hay
que irse muy lejos. En la aldea Ródope de Kosovo, de alrededor de 28 habitantes
y a unos 48 kilómetros en coche de Plovdiv, Dimitria, la última guardiana del
lugar, nos relató cómo el pueblo se estaba vaciando por completo. Aunque lo
preocupante está al sur, en la frontera entre Grecia y Turquía, muchos turcos
búlgaros viven en pueblos remotos, donde la infraestructura y los servicios
básicos son limitados. Pero ¿quiénes son los turcos de Bulgaria? Los turcos de
Bulgaria son una minoría étnica que se originó durante el período otomano,
cuando los otomanos se establecieron en la región. A lo largo de los siglos,
los turcos de Bulgaria han ido desarrollado su propia cultura, costumbres, tradiciones
y lengua. No obstante, a pesar de haber conseguido ciertos derechos en la
década de 1990, todavía sufren discriminación y marginación en la sociedad
búlgara.
Los turcos búlgaros viven principalmente en la provincia de
Kardzhali, muy cerca de la frontera con Turquía. Hay muchos pueblos en esta zona
con una población turca significativa, como Momchilgrad, Kirkovo, Dzhebel,
Krumovgrad o Madzharovo.
Estos pueblos, en su mayoría, tienen infraestructura
limitada y servicios básicos insuficientes, lo que dificulta la vida cotidiana
de los residentes. Asimismo, muchos pueblos donde habitan los turcos de
Bulgaria están desapareciendo. En las últimas décadas, ha habido un éxodo
masivo de jóvenes de estas zonas a las ciudades en busca de mejores
oportunidades de trabajo y educación.
Como resultado, la población turca de Bulgaria ha disminuido
significativamente en las últimas décadas. Según las estadísticas, la población
turca de Bulgaria ha disminuido de más de un millón en 1985 a alrededor de
700,000 en la actualidad.
A pesar de estos desafíos, existen organizaciones locales y
nacionales que trabajan para salvaguardar la cultura y el patrimonio de los
turcos de Bulgaria y mejorar su situación en el país. Estas organizaciones
también trabajan para educar a la población búlgara sobre la cultura y la
historia de los turcos de Bulgaria, con el objetivo de promover la inclusión y
la diversidad en la sociedad.
Los turcos de Bulgaria son una minoría étnica con una rica
historia y cultura. Aunque todavía enfrentan desafíos significativos, hay
esfuerzos en curso para mejorar su situación y preservar su patrimonio
cultural.
Camera: Sony Alpha 7R III & iPhone 13 Pro. Objective: Samyang SA7021. AF 35 mm/2.8, F2.8
Music: Vila Sei Gora - A forets Burst Out Into Leves - Ensemble Pirin. Voice by Pedro J. Saavedra


















Dimitri: la última guardiana de Kosovo
Cuando llegamos a la aldea de Ródopeen en Kosovo, situada a unos 48 kilómetros en coche de Plovdiv, Bulgaria, Dimitri nos recibió con una flamante sonrisa.
Según un informe de la ONU, Bulgaria perderá una cuarta parte de su población para 2050. Uno de los lugares afectados por esta devastación humana es Kosovo, donde viven alrededor de 28 personas, y Dimitri es una de sus últimas guardianas. La vida de esta entrañable abuela ha transcurrido en el pueblo de Ródope. Hoy, Dimitri tiene 88 años y le estresa todo lo que suena a grandes urbes, turismo y nuevas formas de vida. Ella, cinco habitantes y cuatro perros son la resistencia de esta afable aldea.
Gracias a ellos, el pueblo todavía está en el mapa de Bulgaria Una de las cosas por las que más sufre es por la emigración de jóvenes búlgaros en busca de un mejor futuro. Le da pena que su país se esté quedando vacío. También nos habla, señalando alguna de las fotos que tiene en su vieja casa, del problema que supone ser una persona tan mayor en un pueblo donde toda su familia y los habitantes han emigrado. No obstante, Dimitri resiste orgullosa y llena de energía en el ocaso de su territorio y también de su vida: «Puede que tenga cierta edad, pero mi mente está en su sitio y estoy muy agradecida por esto».








